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14/05/2020EL ROL DE LOS LÍDERES EN LA NUEVA NORMALIDAD – 2ª parte
10/06/2020EL ROL DE LOS LÍDERES EN LA NUEVA NORMALIDAD
Autor: Ps. Mónica Golpe (Consultora Senior IUDEL)
Ya todos asumimos que vivimos tiempos difíciles, marcados por la incertidumbre y la inestabilidad, que nos obligan a enfrentarnos a una emergencia de gran dimensión: la salud está en riesgo, la economía global ha recibido un duro impacto, y nuestras libertades se están viendo restringidas como consecuencia de los mecanismos de cuidado y confinamiento que se han establecido en los diferentes países.
Lo estimulante y desafiante es que los avances tecnológicos, las videoconferencias y las herramientas digitales han abierto la oportunidad para que cada vez más empresas, organizaciones y trabajadores, estén optando por trabajar de manera remota. Más allá de las ventajas y desventajas de este marco laboral, surge como inconveniente real que no todas las personas logran ser más productivas cuando trabajan de esta manera, motivo por el cual quienes cuentan con personal a cargo, deben desarrollar –como gran desafío- nuevas competencias, a afectos de asegurar la efectividad de sus equipos de trabajo.
En la literatura empresarial y académica, mucho se ha hablado y escrito sobre el tema del liderazgo. Ya todos sabemos que liderar implica guiar, motivar, impulsar, entusiasmar y facilitar, entre otras cosas. No obstante, ahora que estamos conformando un nuevo paradigma -una “nueva normalidad”- las reglas del juego han cambiado para todos, sobre todo en cuanto a las forma de relacionarnos y comunicarnos. Y ese cambio nos exige re-inventarnos.
Como líder, hoy resulta crucial lograr ser una persona capaz de guiar con esperanza en estos tiempos de dificultad, por lo que es necesario que desarrolle una visión que inspire, que sea capaz de motivar, de lograr el compromiso de sus colaboradores para querer trabajar en el cambio.
Como es bien sabido, la mejor forma de iniciar y ejecutar el cambio, es fomentar el nivel de involucramiento de las personas a las que se pide cambiar. De esta forma, la idea es alentar la participación para pensar estrategias, ideas, proyectos, para finalmente construir la infraestructura necesaria para sostener el cambio. Así, las personas lo interiorizan y comprenden la situación, sin que resulte algo que se les impone, sino algo que ellas deducen como absolutamente necesario también.
En ese sentido, es el líder quien debe captar, descubrir y contar con recursos que le permitan «dejar fluir» las mejores cualidades de las personas a su cargo, detectar sus aptitudes y el potencial escondido, que es necesario pulir y trabajar para que cada integrante del equipo tenga garantizado el desarrollo de su rol dentro de la implementación del cambio.
Ante la actividad remota, el teletrabajo, el software a distancia, ahora los líderes deben preguntarse:
¿Con qué recursos cuento para motivar a mi equipo de trabajo?
¿Cómo y qué debo comunicar? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué canales y vías de comunicación usar?
¿Cómo establecer prioridades y transmitir objetivos?
¿Debo esperar a que mis colaboradores se contacten conmigo? ¿O corresponde que tome la iniciativa?
¿Cómo puedo crear, fomentar y sostener un vínculo más humano, a “distancia”?
¿Cómo lograr y asegurar la productividad y la efectividad del equipo?
Planteado el tema, en el próximo artículo, intentaremos dar respuesta a estas y otras interrogantes, como forma de analizar y puntualizar los nuevos desafíos de los líderes en el contexto de la nueva normalidad.
Ps. Mónica Golpe
Consultora Senior IUDEL