CAFÉ VIRTUAL PARA EMPRENDEDORES
13/04/2020Desarrollo de Competencias en el contexto del Covid-19
23/04/2020En estos días las redes sociales se ha colmado de recomendaciones sobre cómo afrontar el confinamiento por el Covid-19. Si bien dichos mensajes resultan genuinos – ya que reflejan la intención de ayudar y compartir consejos- parece sensato no caer en generalizaciones inadecuadas, que puedan generar –precisamente- el efecto contrario: hacer sentir mal a quienes no quieren o no pueden hacer las cosas que se recomiendan, como si éstas fueran una “fórmula perfecta”, mayormente definida por constructos sociales de lo que es considerado “más productivo”.
Como ejemplo -que muchos ya habrán leído- hay un posteo que dice: “Si no sales de esta cuarentena con un libro leído, una habilidad nueva, un negocio nuevo o más conocimiento que antes, nunca te faltó tiempo, sólo disciplina”.
No hay duda que quienes transmiten este tipo de mensajes, están convencidos de ayudar y motivar a la gente, pero lo inoportuno de los mismos está en desconocer la diversidad de condiciones, recursos y habilidades personales que conforman la realidad de cada persona.
La pandemia del COVID-19 ha servido para unirnos como planeta, como sociedad, en unas circunstancias duras y complejas. Sin embargo, no todos estamos en las mismas condiciones ni compartimos los mismos recursos en esta unión y –por tanto- nos afecta de manera radicalmente distinta. Está claro que no es lo mismo estar confinado teniendo un familiar enfermo que estando todos sanos, hacerlo con niños o en solitario, trabajar a diario o no tener empleo. Tampoco será igual para una persona que ha tenido dificultades psicológicas previas o que tiende a notar ansiedad en espacios cerrados.
Hogares con dimensiones reducidas, falta de luz, inaccesibilidad a dispositivos tecnológicos, son síntomas de una desigualdad habitacional que la cuarentena ha dejado en evidencia. Por tanto, el tipo de trabajo y situación de empleo que tengamos, el nivel educativo, edad y lugar donde vivimos, nos permitirá afrontar el confinamiento de maneras muy diferentes. Las personas con más recursos –en el sentido más amplio del término- deben tener en cuenta que, por difícil que les resulte el encierro, su situación –al menos, en ciertos aspectos- resulta privilegiada.
Es importante prestar atención y CUIDAR NUESTRA SALUD MENTAL. Las reacciones que aparezcan también dependerán de otros factores, como la duración de la cuarentena, si uno es población de riesgo, etc. Nos estamos enfrentando a nuestros propios miedos, lidiando con la ansiedad, la ira, el desánimo, el mal humor…. de la manera que podemos. No afirmamos en absoluto que hay que cerrarse a los consejos y a las sugerencias, lo que decimos es que nadie puede imponer sus propios recursos como los “únicos válidos y efectivos”. Son épocas en que solemos estar más sensibles y más vulnerables, por tanto, no se trata de sumar frustración por no poder hacer lo que nos recomiendan. Se trata de apelar a nuestros propios recursos, los que nos parezcan más adecuados y oportunos, los que nos permitan fortalecernos y reforzarnos psicológicamente. Los vamos a
necesitar.
Ps. Mónica Golpe
Consultora Senior IUDEL