El rol de los líderes en la nueva normalidad
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24/06/2020EL ROL DE LOS LÍDERES EN LA NUEVA NORMALIDAD – 2ª parte
Autor: Ps. Mónica Golpe (Consultora Senior IUDEL)
Continuando el tema del artículo anterior, nos proponemos dar respuesta a las interrogantes que los líderes se plantean ante el desafío de gestionar el trabajo a distancia, desafío que implica el desarrollo de nuevas competencias
Establecer un Plan de Comunicación alineado
Para liderar eficazmente las comunicaciones, es preciso determinar cómo y qué se va a comunicar, y a través de qué vías. Aquí la clave es -como en cualquier otra circunstancia- ser claro y transparente. Informar pero no en exceso, a todos los integrantes del equipo, para generar el mensaje al cual la empresa está alineada. Esto transmite confianza. La precisión del lenguaje resulta relevante, ya que a través de ciertos canales no disponemos de la decodificación de la comunicación no verbal. Un tono de más, una palabra ambigua, pueden ser interpretados de manera errónea, por lo que el líder necesita entrenar al máximo sus habilidades de redacción, comunicación vía videoconferencias o llamadas grupales. En whatsapp puede ser recomendable que los temas sensibles o más críticos se transmitan y respondan con videollamada, para darle un tono más personal y humano a la comunicación.
Dependiendo del tipo de trabajo que se realice, una reunión semanal -a través de alguna plataforma informática- ayuda mucho a asegurar la cohesión del equipo. Además de poner al día a todos los colaboradores -sobre los trabajos en curso- el líder de la empresa tiene una responsabilidad social sobre ellos. Y ese momento brinda la oportunidad de interesarse genuinamente por su equipo, saber cómo está cada uno, sobre todo considerando el desconocimiento de cómo transitan el mundo emocional, en qué momento están, cuál es su entorno, entre otros aspectos. El trato amable y la empatía son cruciales en este punto y abren llaves de motivación para quien los recibe.
Desarrollar estrategias para gestionar el cambio
Ante la nueva normalidad, es momento de ajustar procedimientos, implementar estrategias, generar planes de contingencia y desarrollar protocolos de acción, tanto para cuidar a los clientes como a los colaboradores. Paso a paso, escalonadamente, primero se deben establecer prioridades, unificar criterios y centrarse en qué se puede hacer hoy, y con qué recursos se cuenta, para luego pasar a explorar nuevas posibilidades, alternativas y costos implicados.
Aquí la clave es recurrir al equipo de trabajo, empoderar a los colaboradores. Ante este nuevo contexto, nadie es experto, nadie sabe cómo actuar ni tiene todas las respuestas. Por tanto, es momento de incluir, de fomentar el aporte de ideas y opiniones de las personas a las que se pide cambiar. Eso les brinda –a sus colaboradores- mayor visualización de su influencia en la toma de decisiones, a la vez que neutraliza o minimiza las resistencias al cambio.
Para hacer posible la adaptación a los nuevos procedimientos y herramientas de trabajo remoto, es necesario asegurarse que todos los integrantes del equipo puedan desarrollar nuevas habilidades. Es momento de aprender, y por tanto de capacitar al equipo, de asegurarles acceso a la asistencia técnica. Incluso, en ocasiones, trabajar uno a uno, porque no todos disponen de los mismos recursos ni reaccionan de la misma manera; a algunos les cuesta más el cambio, además que se van adaptando a diferentes ritmos. Como empresa se debe prestar atención a estos detalles.
Generar Confianza en el Equipo
Es importante, en este punto, hacer lo que se predica, es decir, que las acciones de los líderes del cambio sean realmente un ejemplo, para que puedan ser tomados como referentes por todos los integrantes de la empresa. Además de motivar, facilitar y apoyar, en este contexto de adversidad, es importante que los líderes logren elevar el valor de la calma y el optimismo, para generar confianza en el equipo. Calma entendida como serenidad, firmeza y aplomo ante las dificultades, ante lo raro y diferente que estamos viviendo.
Para ello puede ser importante reconocer los esfuerzos personales, reforzar los avances grupales en el cambio, corregir y reorientar cuando sea necesario, así como enfatizar los logros que la Organización en su conjunto va obteniendo en su adaptación a esta nueva normalidad.
Ps. Mónica Golpe
Consultora Senior IUDEL